La atención a adolescentes embarazadas en los clubes de embarazos que se realizan en las comunidades cooperantes con la ASCIM va en aumento. Sabiendo que el cuerpo de las adolescentes no está preparado aún para la procreación, los profesionales de salud de la ASCIM observan esta situación con preocupación, ya que cada adolescente embarazada corre riesgos para su propia vida, como también para la vida de su bebé. Una forma de responder ante el desafío es la capacitación en prácticas de atención según el modelo Código Rojo que se desarrolla en esta semana para los profesionales de salud del Dpto. Salud de la ASCIM en Yalve Sanga.
El modelo Código Rojo busca responder a los riesgos que se pueden presentar durante el embarazo y parto y establece los pasos a realizar de modo que se lleven a cabo prácticas innovadoras en materia de atención materna neonatal. Delinea las mejores prácticas de trabajo y las responsabilidades que debe asumir cada uno de los individuos involucrados en la atención para que se cumplan los objetivos.
Los talleres se dan en el marco de la Movilización Nacional para la Disminución de la Mortalidad Materna y del Recién Nacido. En la capacitación con los profesionales del Dpto. de Salud de la ASCIM, la licenciada en obstetricia Leticia Prieto, encargada del Dpto. de educación y promoción de la XVI Región Sanitaria e instructor regional y nacional de Código Rojo de parte del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social explicó que el objetivo de la capacitación es hacer un refuerzo de lo que son las competencias obstétricas como para resolver las principales emergencias obstétricas que se presenten dentro de la comunidad o en sala de partos. Lo que se trata es de identificar principalmente es cuando una mujer embarazada se puede complicar con los signos de alarma y con la utilización de la escala de alerta que es la guía de cómo manejarse dentro de los servicios de salud. Es una forma de unificar criterios para resolver de manera más rápida las complicaciones que se puedan presentar dentro de los servicios de salud en el momento que ocurre un parto, o llegue una gestante o un recién nacido.
Con este abordaje, el personal de salud tendrá la habilidad de identificar una emergencia obstétrica, compensar a la paciente y luego tratarla de acuerdo al caso, procediendo en el menor tiempo posible, y atendiendo que se mantenga en buenas condiciones en el caso de precisar una derivación a otro centro asistencial en el caso que lo requiera.