“¡Viene otra cabecita!”, fue el grito de sorpresa de la Licenciada en enfermería, cuando estaba por nacer el segundo bebé.
Pero quiero empezar del inicio. El sábado pasado, el 13 de mayo 2023, tuvimos una experiencia única en el Sanatorio ASCIM.
Vino una gestante, de 40 años y el quinto embarazo; un poco antes de las 18:00hs, a Primeros Auxilios. Fue controlada y resultó que ya estaba por dar a luz a su bebé. Se le trasladó a sala de partos y la enfermera informó al médico de guardia por dicha situación. Importante mencionar es, que la gestante tuvo ningún control durante todo su embarazo.
Se instaló una vía periférica a la paciente y después de algunos minutos nació el bebé, una nena de 2.125 gramos, en compañía de una enfermera y una estudiante en enfermería. La nena nació un poco cianótica (coloración azul) por eso se tocó el timbre para pedir ayuda de otro profesional, que vino también. Se recuperó rápido la nena. Después del nacimiento se acostó al bebé sobre el pecho de la madre mientras tanto se preparaba para el alumbramiento de la placenta. De repente se escucha exclamación de sorpresa de la Licenciada en enfermería: “¡Viene otra cabecita!” Hasta la madre se sorprendió. ? Y ahí nació el segundo bebé, también una nena, que nació con un peso de 2.055 gramos. La madre estaba contenta, diciendo (más o menos con estas palabras): “Me era raro ya que a veces solía sentir en ambos lados del abdomen movimientos del bebé y me sorprendía cuan rápido se movía. ¡Había sido eran dos bebés!”
También vino el médico de guardia y ayudó con el alumbramiento de la placenta.
Sobre todo, ¡Dios el Altísimo mantuvo su mano sobre nosotros porque realmente es un milagro!
En varios sentidos: 1) las dos gemelas nacieron con la cabeza primero, que no siempre suele ser en un parto gemelar;
2) todas: madre y gemelas, estaban y están bien; y
3) (nos enteramos el siguiente día después de realizar el análisis de sangre) la madre estaba con plaquetopenia que pudiera haber sangrado mucho, pero no pasó.